La novela de Giovanni Falcone. El libro sobre un luchador contra la
Mafia escrito por otro de sus combatientes. Falcone falleció en 1992
–junto con su esposa y tres escoltas– cuando su coche voló por los aires
en la autopista que lleva a Palermo desde el aeropuerto. Saviano sigue
vivo –escribiendo y denunciando–, pero amenazado, bajo protección y con
guardaespaldas.
Dos explosiones enmarcan la novela: la primera se
produce en 1943 en el pueblo de Corleone, cuando una familia manipula
una bomba aliada que no ha explotado para desmontarla y venderla. Algo
sale mal, la bomba estalla y mueren todos menos un niño. El
superviviente es Totò Riina, futuro capo dei capi, el hombre que ordenará el asesinato de Falcone en 1992 con la segunda explosión del libro.
Saviano
reconstruye un episodio trascendental de la lucha contra la Mafia, una
guerra que todavía continúa. Falcone dio pasos de gigante, siguió la
pista del dinero, buscó arrepentidos que confesaran y orquestó un
macrojuicio. Pese a los palos en las ruedas que le ponían algunos desde
las altas instancias, logró asestar severos golpes a la organización.
Esta juró matarlo y lo acabó consiguiendo.
La reconstrucción que
aquí se hace de su vida abarca otros dos aspectos relevantes: la
intimidad, las dudas y las acusaciones de divismo que tuvo que soportar
el juez, y también la importantísima presencia de quienes lo acompañaron
en su gesta, porque no la llevó a cabo solo, sino apoyado por un equipo
de colaboradores entregados a la causa.
¿Quién sino Roberto Saviano podía escribir el libro definitivo sobre Giovanni Falcone?
«Nos
retrotrae al corazón de aquellos años, nos ayuda a comprender la
complejidad de los intereses en juego, el abismo de la cobardía y la
inmensidad de coraje, la calidad humana de los protagonistas de una
historia que nos atañe mucho más de lo que pensamos» (Corriere della Sera).
«Un
homenaje a la memoria del magistrado tratando de reconstruir uno a uno
los pasos de un hombre que nunca quiso ser un icono, sino hacer
justicia» (Soraya Melguizo, La Razón).